En los centros de cuidado infantil, los mordiscos disgustan más que cualquier otro tipo de comportamiento. Debido a que es un comportamiento tan primitivo, tenemos la tendencia a reaccionar diferentemente a los mordiscos que a los golpes, los agarrones u otros actos agresivos.
Es importante que los proveedores de cuidados y los padres se enfrenten al comportamiento cuando ocurra, pues los mordiscos son causa de disgustos y potencialmente peligrosos. Aunque es normal que los bebés y los niños pequeños se lleven las cosas a la boca y que muchos niños de dos años de edad traten de morder, la mayoría dejan de hacerlo al cumplir los tres años.